
No es Max. Es HBO Max, otra vez.
En un sorprendente giro de los acontecimientos, los ejecutivos de Warner Bros. Discovery anunciaron el miércoles por la mañana que Max, el servicio de transmisión en continuo o streaming, pasaría a llamarse HBO Max, recuperando el antiguo nombre de la aplicación y abandonando un polémico cambio que la empresa introdujo hace dos años.
La razón del cambio, explicaron los ejecutivos, es sencilla.
Las personas que se suscriben y pagan 17 dólares al mes por el servicio de streaming acaban viendo contenidos de HBO como The White Lotus y The Last of Us, así como películas nuevas, documentales y no mucho más.
“En realidad es una reacción a llevar dos años en el mercado, evaluar lo que funciona y respaldarnos en ello”, dijo en una entrevista Casey Bloys, presidente de contenidos de HBO.
HBO, cadena pionera de la era del cable, ha recorrido un camino accidentado para encontrar una identidad en la era del streaming. Pasó por HBO Go (2008), HBO Now (2015), HBO Max (2020), Max (2023) y ahora, de nuevo, HBO Max (2025).
Hace dos años, los ejecutivos de Warner Bros. Discovery dijeron que tenían buenas intenciones al cambiar el nombre a Max. Su mayor preocupación, dijeron los ejecutivos, era que el conjunto de programas de telerrealidad de Discovery —Sister Wives, Especialistas en pies— hacían que se corriera el riesgo de diluir la marca HBO, que seguía produciendo series galardonadas como Succession.
Además, dijeron, HBO llevaba décadas presentándose como un servicio premium para adultos. No era precisamente el gancho ideal para un servicio de streaming que, según su visión, competiría directamente con una aplicación de entretenimiento general como Netflix.
Más bien, el cambio de nombre a Max pareció causar una confusión generalizada, tanto en la industria del entretenimiento como entre los consumidores en general. ¿HBO estaba muerta? ¿Estaba siendo marginada? ¿Cuál era la razón?
En los últimos años, en la llamada “guerra del streaming”, Netflix ha tomado una ventaja arrolladora sobre las marcas de entretenimiento de la vieja guardia, atrayendo aproximadamente el 8 por ciento de todo el tiempo de televisión en marzo, según Nielsen. Warner Bros. Discovery atrajo el 1,5 por ciento, un poco más que Peacock pero por debajo de los servicios de streaming de Disney, Amazon Prime Video, Paramount, Roku y Tubi, informó Nielsen.
Los ejecutivos han admitido en los últimos meses que competir con una aplicación para todo público como Netflix, que tiene más de 300 millones de suscriptores, no era realista. En su lugar, estarían perfectamente satisfechos de ser un servicio complementario.
“Empezamos a escuchar a los consumidores que decían: ‘Oye, en realidad no queremos más contenido, queremos algo que sea diferente, queremos dejar de escrolear incesantemente con algo que sea mejor’”, dijo en una entrevista JB Perrette, presidente de streaming de Warner Bros. Discovery.
Los ejecutivos de Warner Bros. Discovery también descubrieron en los dos últimos años que gran parte del contenido de Discovery no se veía. Los programas originales solían ser los que mejor funcionaban en el servicio, al igual que las nuevas películas de Warner Bros., las películas con licencia de A24 y los documentales. Algunos contenidos de Discovery, sobre todo de su red de cable ID, funcionaron bien, pero todo lo demás —series sobre comida, estilo de vida y otras series de telerrealidad de Discovery— quedó relativamente intacto. (Discovery+ sigue estando disponible como opción independiente de streaming).
Max ha obtenido resultados alentadores en los últimos meses. La división de streaming de Warner Bros. Discovery ya es rentable, y su número de suscriptores aumentó otros cinco millones en los tres primeros meses del año, con lo que el total de suscriptores supera los 122 millones. La aplicación se ha lanzado recientemente en Australia y Francia, y el año que viene se introducirá en el Reino Unido, Alemania e Italia.
También ha habido indicios de un mayor cambio. Hace solo unas semanas, Max volvió a cambiar su esquema de colores al blanco y negro de la vieja escuela de HBO, dejando atrás la paleta azul que la empresa introdujo en 2023 con el cambio de marca.
Bloys afirmó que la transición al streaming ha sido complicada para muchas empresas de cable. HBO “y un montón de otras empresas están intentando navegar esto”, dijo.
“Dicho esto”, continuó, “espero que esta sea la última vez que tengamos una conversación sobre el nombre del servicio”.
John Koblin cubre la industria de la televisión.